Cada año miles de estudiantes latinos emigran de sus países con la intención de realizar estudios fuera de sus frontera por diferentes motivos; la experiencia, el prestigio de contar con estudios internacionales, con el propósito de mejorar sus currículos, o en búsqueda de mejores oportunidades de empleo en el futuro, cualquiera que sea el caso, estudiar en el extranjero implica cientos de cambios que se asumirán mas fácilmente con una mente abierta.
Cuando decidí emigrar a Holanda, un país del que ciertamente conocía muy poco, me encontré con que mas allá de sus famosos molinos, tulipanes y esa visión liberal que se tiene en todo el mundo acerca de Holanda, este país ofrece a los estudiantes extranjeros un abanico de posibilidades enorme, lleno de experiencias no solamente académicas sino también culturales realmente enriquecedoras.
Ambiente multicultural
La diversidad cultural en Holanda se puede observar tan solo al caminar (o pasear en bicicleta) alrededor de las principales calles y canales de ciudades como Ámsterdam, Rotterdam, La Haya, Leiden y Utrecht, y es que para el 2011 Holanda contaba con más de 81.700 estudiantes internacionales, actualmente uno de cada diez estudiantes en las universidades holandesas es extranjero, así lo ha publicado Nuffic, la organización para la colaboración internacional en estudios superiores en este país.
Los fines de semana los centros de estas ciudades se convierten en testigos de verdaderos encuentros multinacionales, donde transeúntes practican sus idiomas nativos (inglés, español, alemán, mandarín, turco y portugués, solo por nombrar algunos), mientras caminan rápidamente por las ajetreadas calles, muchas veces al compas de violines, acordeones y guitarras de músicos que apostados en las esquinas, regalan sus más hermosas notas a cambio de un euro.
Sobreviviendo al Holandés
El holandés es un idioma que se destaca por su tendencia a formar largos y casi siempre muy complicados nombres compuestos. Basta con leer el nombre de las paradas en el Tram cada día, para darse cuenta de que el holandés no es nada sencillo, y cómo puede serlo cuando te encuentras nombres como: “Burgemeester Kolfschotenlaan” o “Theo Mann Bouwmeesterlaan”, o cuando descubres por ejemplo que “fiesta de cumpleaños” se escribe en holandés “verjaardagsfeestje” (literalmente cumpleaños-día-fiesta) o que "arbeidsongeschiktheidsverzekering" significa seguro de incapacidad laboral, todo en una sola y larga palabra.
A pesar de la complejidad de esta lengua extranjera, con un par de meses escuchándola a diario lo más probable es que tu oído se vaya acostumbrado a este idioma de complejos sonidos y muy pronto te encuentres pronunciando algunas frases simples como: “dank u wel” (gracias) y “alstublieft” o “alsjeblieft” (que se empelan indistintamente para decir por favor, o como una manera informal de ser cortés cuando te dan algo).
La Holanda Anglo
A pesar de que el idioma oficial en la tierra de los molinos es el holandés (o mejor dicho neerlandés) , aproximadamente el 70% de los holandeses hablan el inglés con fluidez, de hecho Holanda fue el primer país no anglosajón en ofrecer a los estudiantes cursos en inglés, por lo que sus programas académicos son bastante respetados en todo el mundo.
Hay una variada gama de ofertas de reconocidos institutos educativos y universidades holandesas que ofrecen cursos de inglés ( además del neerlandés), bien sea para iniciar la práctica del idioma o para perfeccionarlo; de igual forma existen instituciones de hispanoparlantes que ofrecen además de asesorías en diferentes áreas (laboral, psicológica y jurídica), cursos de ambos idiomas a precios bastante razonables, destinados a ayudar a la integración de hispanos en Holanda.
Algunos consejos prácticos para aprender otro idioma:
- Cada día las cosas se harán más fáciles, recuerda que los primeros meses son de adaptación y es normal sentirse frustrado porque la palabra que buscabas rápidamente en tu traductor mental, llegó justo después que le dijiste un disparate al vendedor de la tienda.
- Practica el idioma en todo momento, trata de pensar todo el tiempo en inglés, forma pequeños relatos mentales de las cosas que haces durante el día, desde ir a la biblioteca hasta buscar las cosas en el supermercado.
- Cambia el idioma de los aparatos electrónicos en tu departamento: tu teléfono móvil, el televisor, tu consola de video, etc.
- No busques solo amistades hispanoparlantes, aunque te sientas más a gusto entre personas que hablen español , mientras más contacto tengas con personas que hablen inglés mejor te adaptarás a hablar y pensar todo el tiempo el idioma, y ganarás mayor fluidez.
- No temas a equivocarte, deja a un lado la pena e intenta ser tú el que ordena en el restaurante, o le pregunta a un vendedor de la tienda.
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