
Un buen gorro. Los gorros harán maravillas por ti al mantener tu cabeza caliente, y cuando no quieras cargar con muchas prendas voluminosas, el llevar un gorro puede significar la diferencia entre permanecer cómodo y sentirse miserable. Asegúrate de llevar uno que proporcione cobertura para tus orejas y para la parte posterior de tu cuello. Para mayor conveniencia, elige alguno hecho de materiales sintéticos y de poco peso.
– Botas. Los pies húmedos y fríos pueden transformar un día cualquiera de vacaciones en un desastre. Así, si vas a gastar en tu guardarropa, que sea en el calzado. Prefiere un buen par de botas de invierno sólidas, bien hechas y a prueba de agua. Los colores oscuros hacen que las manchas de lodo y aguanieve se noten menos, y las botas con pocos lazos son más convenientes cuando tienes que quitártelas por seguridad.
– La chaqueta correcta. No todas las chaquetas son adecuadas para cualquier situación. Una chaqueta de plumas, por ejemplo, no ocupa mucho sitio en la maleta y te mantendrá sorprendentemente caliente en condiciones secas. Pero es inútil cuando se moja. Las chaquetas sintéticas, por otra parte, tienden a secarse rápidamente y repelen el agua, pero pueden ocupar mucho espacio, son pesadas y no son tan calientes. Una prenda transpirable de vellón o de oveja es grandiosa si planeas mantenerte activo, pero no te mantendrá caliente en condiciones extremadamente frías. Verifica el pronóstico del clima para tu destino y elige tu chaqueta de acuerdo con él.
– Guantes. Aun si tu cabeza y tus pies están calientes, si descuidas tus manos puedes terminar con los dedos insensibilizados. Lleva un par de guantes transpirables, a prueba de agua, que se sequen con rapidez y tengan agarraderas. Si compras bien, no tendrás dificultad en encontrar un par de guantes ligeros que ocuparán muy poco espacio en tu equipaje.
¿Cuál crees que es el destino más frío de Europa?