
San Mateo relata en el Nuevo Testamento cómo el rey Herodes ordenó una matanza en Belén, para acabar con todos los niños menores de dos años y asegurarse así de que el anunciado Mesías, futuro Rey de Israel, era asesinado.
Desde entonces, la Iglesia Católica conmemora cada 28 de diciembre la fiesta de los Santos Inocentes, para recordar esas crueles muertes infantiles.
La tradición popular lo ha convertido también en un día para hacer "bromas inocentes". En los países anglosajones como Estados Unidos se celebra una fiesta similar el 1 de abril con el nombre de Fools' Day (Día de los Tontos).
En Francia el primer día del año se celebra la Fiesta de Locos, para honrar al asno en que cabalgó Jesús el domingo de Ramos al hacer su entrada triunfal en Jerusalén. Esta festividad se considera también precursora del Día los Inocentes.
Revisa algunas de las bromas más populares:
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Cambio de azúcar por sal
Si hay una broma clásica es la de cambiar el contenido del tarro del azúcar por sal. Una recomendación: esta broma es ideal a la hora del desayuno. La expresión tras descubrir el ingrediente oculto no tiene precio.
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Cambiar las horas del reloj
Aprovecha un momento de descuido y altera las horas de todos los relojes. Te aconsejamos adelantar la hora y restar una hora de sueño a la víctima, para evitar que llegue tarde a cualquier compromiso.
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Pasta de dientes
Consiste en colocar un poco de pasta de diente o algún otro ungüento en la cara o en las manos de la víctima mientras duerme. Al despertar y mirarse en el espejo, verá como una extraña sustancia ha aparecido en su piel.