
Casi todo el mundo que disfruta de viajar está sujeto a lo que se conoce comúnmente como “blues post-vacaciones”, que no es más que un tipo de estado de ánimo estresado o triste que viene después de haber disfrutado de una maravillosa temporada vacacional. Tener que volver a la rutina del trabajo o el estudio, y a la vida cotidiana en general, puede resultar incómodo y hasta desmotivante. De hecho, algunas personas sienten deseos de dejar de hacer lo que venían haciendo e intentar cosas nuevas.
Aunque no sea placentero, es posible reponerse a la tristeza post-vacaciones con un poco de determinación y aceptación. Aprovecha lo disfrutado durante el tiempo libre y reconoce cuán valioso es tu día a día. A continuación, encontrarás algunos tips para que lo logres con éxito:
1. Reconoce los síntomas
Muchos vacacionistas se incorporan de inmediato a su rutina diaria luego de un inolvidable viaje, mientras que otros no son capaces de hacerlo. Algunas señales de que estás sufriendo lo que clínicamente se conoce como Depresión Post Viaje (PTD: Post Travel Depression) son:
- Cansancio o inquietud, tal vez energía nerviosa que genera distracción.
- Pérdida o aumento de apetito
- Profunda tristeza y ganas de llorar
- Fuertes sentimientos de nostalgia
- Incapacidad para concentrarte en tareas habituales
- Sentimientos de ira, sobre todo si sientes que las vacaciones no te permitieron relajarte como esperabas
- Depresión. En este caso debes consultar al médico de inmediato
2. Te sentirás un poco “desinflado” después de unas excelentes vacaciones
Cuando viajamos o experimentamos cosas nuevas, nuestro sentido de la libertad de las restricciones habituales de rutina, tareas y fechas límite se expande; y al volver a la rutina, esa sensación se apaga devolviéndonos a la misma realidad que estaba allí antes del paseo. Es perfectamente normal sentirse “desinflado” y tener una sensación de pérdida durante un tiempo.
3. ¡Tus vacaciones no terminaron!
Si experimentaste diferentes culturas, ritmos, paisajes y comidas; abriste nuevas puertas en tu vida. Es vital que mantengas ese aspecto de tus vacaciones vivo de diversas maneras:
- Si tomaste un montón de fotos o videos durante el viaje o compraste recuerdos únicos, a través de ellos será más fácil recordar los nuevos lugares y experiencias vividas.
- Crea un puente entre esa nueva cultura y la tuya. Por ejemplo, si te gustó la comida, compra un libro de cocina de ese estilo y empieza a probar las recetas en casa.
- También puedes llevar el baile, la artesanía, el arte, la ropa y el aprendizaje del idioma a tu hogar. Busca películas o documentales relacionados con el sitio que conociste, conéctate con amigos en línea que vivan en ese país, escribe una novela o un cuento corto sobre tus vacaciones… ¡Las posibilidades son infinitas!
4. ¡Consiéntete!
Hay una serie de importantes formas de cuidado personal que ayudan a hacer la transición entre tus vacaciones y la rutina habitual menos dramática. Éstas incluyen:
- Evita saltar de nuevo al estudio o trabajo tan pronto como llegues a casa. Deja todos los correos electrónicos no leídos en tu bandeja de entrada, el papeleo atrasado, llamadas perdidas, etc.; para, al menos, el día siguiente.
- Trata de regresar de tus vacaciones un jueves o viernes, para que el fin de semana te sirva para reconectarte con el día a día.
- Retoma tu dieta y actividades habituales a la brevedad posible. Muchos turistas disfrutan de derrochar en comidas y obtener el máximo relax, pero esto puede ser perjudicial si se ha hecho durante demasiados días y ha resultado en un aumento de peso. Dar un paseo, ir a correr, o preparar comida saludable puede ayudarte a volver a la realidad.
- Reserva aunque sea un día completo antes de regresar a la universidad o al trabajo. Tu cuerpo te lo agradecerá con suficiente energía durante la siguiente jornada.
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¡Aprovecha al máximo tu tiempo libre al finalizar las clases!