
Si ya ingresaste al mercado laboral debes saber que es igual de importante que cuides tus rutinas para alimentarte y ejercitarte. Incluso, ahora deberás hacerlo con más consciencia porque tu tiempo está supeditado a un horario más estricto y a actividades que probablemente te lleven a una vida sedentaria.
Por eso, te presentamos algunas recomendaciones para mantenerte sano en este aspecto:
- Realiza, como mínimo, tres comidas principales y dos meriendas, para evitar que la hipoglucemia afecte negativamente tu rendimiento y capacidad laboral.
- Al hacer cinco comidas evitarás las porciones exageradas en alguna comida principal, lo que puede potenciar el aumento de peso corporal.
- Si después de la comida o cena debes seguir trabajando, lo más adecuado es realizar un buen desayuno o merienda, para que así el almuerzo o cena sean más ligeros.
- No es conveniente abusar de bebidas estimulantes, azucaradas o refrescos.
En cuanto a los ejercicios, te aconsejamos estas rutinas para la oficina:
- Mueve rápidamente los pies sin moverte del sitio, simulando una carrera, sentado durante 30 segundos. Repite varias veces.
- Usa las escaleras. Para que sea más duro, sube corriendo o intenta subir los escalones de dos en dos.
- Elevaciones de gemelos. Ponte frente a un escritorio u otro tipo de mueble al que puedas agarrarte para balancearte. Levanta los talones del suelo y bájalos lentamente. Repite varias veces.
- Al caminar, da el paso lo más amplio que puedas e impúlsate hacia adelante. También camina lo más rápido posible sin llegar a correr.
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