
En Argentina existen alrededor de 130 instituciones de Educación Superior con una amplia y diversa oferta académica. No obstante, cada vez más jóvenes contemplan la posibilidad de complementar o realizar sus estudios en el exterior, sobre todo en universidades de Europa y Estados Unidos. Asimismo, las casas de estudios del exterior ponen a disposición de los estudiantes una gran cantidad de becas para que estos puedan optar por aplicar a programas de financiamiento y beneficios para radicarse en otros países mientras que continúan especializándose.
En la XII Feria de Universidades Extranjeras, que se realizó a principios del mes de mayo en Buenos Aires, más de 600 jóvenes asistieron a una muestra en la que 32 universidades del exterior mostraron sus carreras y también dieron a conocer sus propuestas para que los interesados sepan cuáles son las posibilidades que tienen de estudiar fuera del país.
Según Domingo Giorsetti, vicepresidente de Alumni Foundation de Argentina (ALFA) y presidente del MIT Club de la Argentina, "hay un antes y después" del estudio en el exterior. Por eso, desde la fundación que preside, que además fue creada por ex alumnos de universidades extranjeras, busca mostrar oportunidades y guiar a quienes quieran estudiar en el exterior. "Si te aceptan en una universidad, es porque están seguros de que puedes estudiar ahí", dijo Giorsetti en una entrevista con el diario La Nación.
Una de las preguntas más frecuentes es cuánto cuesta estudiar una carrera en el exterior. En algunos casos, los costos pueden ser superiores a los US$ 100.000 anuales, pero al mismo tiempo existen varias posibilidades de financiamiento y becas para estudiantes. Según comentó al diario local Ricardo Mario Low, presidente del Club Yale en la Argentina, "hay muchas becas disponibles, pero pocos las aprovechan".
En ocasiones, las becas llegan hasta un millón de dólares por estudiante, con oportunidades de múltiples viajes al país de origen y otras partes del mundo. Además, el representante agregó que "nadie quiere una fuga de cerebros, porque después los graduados vuelven a sus países para el desarrollo profesional".
Los intereses de los jóvenes pasan tanto por la calidad académica como también por el intercambio cultural y el ejercicio de idiomas. Por otra parte, si bien en Argentina la oferta es diversa, el panorama se amplía mucho más cuando comienzan a pensar en complementar su formación con materias de otras universidades o bien realizando estudios completos fuera del país.
Esta posibilidad dialoga con la elección de carreras disponibles. En Argentina, 2015 marcó un quiebre en las tendencias de estudios de los jóvenes. Según los datos que ofreció la Universidad de Buenos Aires (UBA), una de las principales casas de estudio públicas del país, este año la cantidad de ingresantes al Ciclo Básico Común (CBC) fue superior en la Facultad de Ingeniería (3215 alumnos) que en la de Ciencias Sociales (2797).
Desde la UBA y el gobierno afirman que este dato no es menor y que se trata de una apuesta que desde el año 2012 se ha puesto en marcha como política de promoción de las carreras de Ingeniería, tanto con becas para ingresantes como así también para que quienes se encontraban en las últimas materias pudieran finalizar los estudios.
De acuerdo al Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI), en Argentina hay unos 100.000 ingenieros sobre una población de 40 millones de habitantes: se reciben aproximadamente 6 mil profesionales por año y se necesitan 10 mil (ver nota). Más allá de la oferta local, las universidades buscan realizar alianzas con otras casas de estudios para que sus estudiantes puedan elegir realizar materias en el exterior y enriquecer su formación o prácticas profesionales en países asociados.
Asimismo, además de viajar al exterior, también el avance de las tecnologías ha permitido que a través de cursos online, MOOC o plataformas virtuales, estudiantes puedan conocer más acerca de las ofertas o tomar cursos a distancia y obtener certificaciones de las más reconocidas instituciones del mundo.