
Hace exactamente dos años, todo el mundo cambió. El COVID-19 llegó a nuestras vidas y les dio un giro de 180°. Todo lo que conocíamos como normal y cotidiano se tuvo que adaptar a la nueva realidad. Migramos a la cuarentena preventiva y con ello vino la virtualidad.
Trabajos y educación remota; las videoconferencias, emails, PDF y Google Docs fueron el centro de nuestro universo durante mucho tiempo. El mundo académico se vio seriamente afectado, los profesores se vieron en la obligación de cambiar sus pedagogías. Las caras fueron reemplazadas por pequeños recuadros sin fotos y las emociones, por emoticones. La asistencia disminuyó y, con ello, el aprendizaje. Cada día era igual al anterior y la motivación de los estudiantes era casi inexistente.
Pero, las cosas están cambiando. Aunque aún nos encontramos inmersos en la pandemia con las distintas variables que han aparecido y el incesante aumento de casos; el regreso a las clases presenciales es una realidad. Según nuevos datos publicados por la UNESCO, la mayoría de los países del mundo (135) ya abrió las puertas de sus instituciones educativas; tan solo un pequeño número (25) todavía no han dado el paso.
Si bien las escuelas, academias, institutos y universidades están volviendo a las actividades presenciales, la educación ya no volverá a ser la misma. Tanto profesores como alumnos, durante estos últimos dos años, han encontrado y aprendido a utilizar herramienta y dinámicas que comenzarán a implementar en las aulas. Asimismo, las instituciones han actualizado sus procesos y métodos y se han situado en el mundo 2.0, por lo que, en vez de volver usar técnicas antiguas, han comenzado a transformar el mundo académico para sintonizarlo con el contexto actual.
Tres de estas metodologías son:
Las aulas colaborativas: es una forma de aprendizaje en la que los estudiantes son los encargados de enseñarse unos a otros; es aprender enseñando. Esta no es una técnica nueva, ni mucho menos; sin embargo, era poco utilizada en los salones. El modelo magistral clásico está cambiando. Los profesores se dieron cuenta de que los alumnos son más activos y participan más en clases si ellos mismos son los encargados de dar el conocimiento.
Con esta estrategia, los estudiantes tienen que ir más allá de repetir y memorizar el contenido casa, tienen que resumirlo, analizarlo y prepararlo para preséntenselo a sus compañeros, lo que permite que desarrollen la creatividad, tengan una mayor autonomía y responsabilidad, y amplifiquen el conocimiento a través de la experiencia y la interacción.
Si bien los alumnos son la base de este tipo de aprendizaje, es importante una participación activa de los docentes para que sea exitoso.
La Educación híbrida: en este tipo de educación se combina la virtualidad con la presencialidad. Se entrelazan los mejores aspectos de la formación online con lo valioso de la presencialidad, lo que construye un modelo cómodo, personalizado y dinámico para los estudiantes, quienes tienen la oportunidad de comprometerse con su propio aprendizaje desde casa y al mismo tiempo tener la ayuda y estimulación de sus profesores en las aulas. Esto genera mejores resultados académicos y se alinea con la realidad mundial.
Las nuevas tecnologías: la pandemia ha acelerado la digitalización y le ha abierto paso a la tecnología en todos los aspectos de nuestra vida; más en la educación. No hay forma de prohibir o desterrar los aparatos tecnológicos de los salones de clase, ya son parte de nosotros y de nuestra cotidianidad, por lo que—en vez de continuar implementando modelos arcaicos— es fundamental utilizar la tecnología para nuestro beneficio e incluirla en nuestro proceso de aprendizaje. Hay infinidades de herramientas en el Internet que nos ayudaría e impulsaría en nuestra vida profesional si simplemente las aprendemos a manejar en las aulas. El lápiz y el papel quedaron atrás, los dispositivos electrónicos llegaron para quedarse.
Con la reactivación de las universidades, academias e institutos alrededor del mundo, este es el mejor año para planear tu futuro académico y ponderar el mejor destino para ti. Las opciones son infinitas y la mejor manera de elegir es con una guía que te ayude.