El diseño gráfico es una profesión que te permite trabajar desde la comodidad de tu casa ya que todas tus herramientas son portables y tu oficina, la mesa de cualquier café de la ciudad. Cuando te dedicas a trabajar por tu propia cuenta, te conviertes en el dueño de tu tiempo y el administrador de todas tus cuentas; sin embargo, trabajar de este modo no solo conlleva una fresca cantidad de libertad sino que debes lidiar con el peso de las responsabilidades (entregas, cobros, pagos). El balance es la clave, por lo mismo te presentamos algunos consejos que pueden mejorar considerablemente tu productividad al momento de trabajar sin fracasar en el intento:
- Cámbiate de ropa para trabajar
Al trabajar desde la casa, es muy común permanecer todo el día en pijamas incluso cuando uno se dispone a trabajar. En este sentido, tu cerebro no diferencia entre los momentos de trabajo y los momentos de descanso o diversión. Trabajar en pijamas no ayuda mucho a romper esa inercia del sueño o somnolencia que tenemos al despertarnos, así que ayuda a tu cerebro a entender que ha llegado la hora del trabajo y la productividad y cámbiate la ropa. Ya sin la pijama, te darás cuenta de que estarás con más determinación de trabajar y habrás demarcado una diferencia de momentos.
- Utiliza una pizarra para visualizar tus actividades y tareas
Para tener éxito en las entregas y desarrollo de proyectos debes poder seguirle el rastro a los avances y a tu desempeño. Este rastro se aconseja que sea visual, así cuando tengas dudas de si has o no progresado en tus tareas solo baste un vistazo a tu pizarra. Las grandes empresas como Google o Facebook utilizan diferentes métodos de control del desarrollo de proyectos y los más comunes es el de las pizarras que le advierten a todo el personal cómo van y por dónde van en todo el plan. No necesitas muchas cosas para lograr tu “monitor de actividades”, mientras más simple, mejor. Esto lo puedes hacer en físico, con post-it, o con ayuda de herramientas gratis en la web como trello.com. Lo más útil es dividir tu pizarra en tres columnas básicas: “por hacer”, “haciendo” y “finalizado” y colocar en cada columna una tarjeta o post-it con el nombre del proyecto o actividad que le corresponda. Al comienzo se necesita repetición para que se haga un hábito, pero con el tiempo esta metodología puede salvar muchos minutos perdidos.
- Desglosa cada proyecto antes de empezar y mide el tiempo que te toma realizarlo
Un problema común es la gestión del tiempo durante los proyectos y la sobrecarga de trabajo. El peor escenario es cuando la fecha de entrega de todos tus clientes coincide gracias a proyectos retrasados o a que aceptaste ese trabajo de un amigo que lucía sencillo cuando lo hablaron pero al momento de realizarlo, era más complicado de lo que pensabas. Lo recomendable es que cuando hables con tus clientes sobre un nuevo proyecto, logres desglosar todas las partes que deberás realizar y cuántas entregas están pautadas. Si previamente conoces en promedio cuánto tiempo te toma diseñar un logo y, por separado, un catálogo, pues sabrás cuánto tiempo asignarle a un proyecto que incluya la creación de la identidad de una empresa y su primer catálogo de productos. La gestión del tiempo te ayudará a entregar los trabajos en la fecha prometida, quedando como un excelente profesional.
- Trabaja en tus limitaciones y especialízate
El mercado de diseñadores freelance es vasto mundialmente ya que es una profesión popular. Digamos que la competencia puede ser feroz cuando comienzas a buscar trabajos en empresas o incluso cuando conoces a los diseñadores freelance más reconocidos mundialmente. Todos ellos ofrecen algo especial, desde “vender colores” hasta “crear la inspiración”. Conocer lo que sabes y no sabes hacer puede ayudarte a divisar en qué área puedes especializarte y comenzar a destacar entre tus pares. Si además de diseñar pendones, eres un especialista en renderizado 3D, pues primero puedes cobrar un poco más que tus colegas y segundo, el cliente que esté en la búsqueda de un render en 3D, sabrá que tú eres una de las mejores opciones. En otros casos, busca cursos que ayuden a pulir tus técnicas y aprendas nuevos rasgos del diseño que inspiren tu trabajo diario.
- Mantén un control de gastos y ganancias
Cada vez que cobres por un proyecto, regístralo en alguna hoja de cálculo; ya sea un pago pequeño o grande, lo mejor es saber cuánto estás ganando al mes y compararlo con tu registro de gastos. Incluye siempre en la sección de gastos el precio del Internet, la electricidad o demás servicios, no importa si trabajas en casa de tus padres y no pagas nada por usar tu computadora pero te ayudará a crear un patrón de cobro y te preparará para enfrentar gastos de una futura oficina o local.
Lo más importante al trabajar bajo tu propia cuenta es la disciplina. El talento y los cursos que ayudarán a desarrollarlo se encuentran en todas partes, así que comienza a crearte una rutina y ordena productivamente tus días para que puedas disfrutar de la libertad de ser tu propio jefe.